miércoles, 7 de abril de 2010

Medio dia de Miercoles (Crónica)

La verdad no arranqué muy bien el miércoles, lo recibí en la casa de una amiga charlamos, cenamos, tomamos un vino, charlamos, de repente… (ahí empezó el maldito miércoles 00.00 hs) nos colgamos, hablamos, nos colgamos, postre, nos colgamos, nos colgamos, charlas, nos colgamos, charlamos un poco más, nos colgamos y bueno después taza taza, despedida, saludo.
Pensé que volver caminando me iba a despejar la mente, hice dos cuadras iba repensando algunas cosas, repasé distintos ámbitos: laboral, económico, sentimental, anímico, sexual todos tenían una banda cruzada que decía “en transición”, entonces me di cuenta que me iba a auto secar la cabeza, encima estaba bastante fresco, llegué a Suipacha, levanté una mano hice seña, con la otra un silbido.

– ¡taxi!- para llegar antes y ahí sí, a dormir.
El taxista laburaba escuchando humor cordobés, bastante malo aún cuando estos tipos hacen reír contándote que se le murió la madre, pero bueno no había onda, el tachero a las carcajadas, pero carcajadas en serio y acomodaba el retrovisor para compartir conmigo esos chistes malos, le pregunto.
- ¿Qué radio es?
(Me tira una que la verdad no recuerdo)
- Para no equivocarme alguna vez- le digo.
Creo que además hice un gesto, volvió a girar el espejito ese, se puso serio un par de cuadras, después siguió riéndose.
Llegué a casa como las 02.18, prendí la computadora para ver si tenía algún mail nuevo o no sé algo, pero no, ni un mail con virus, nada, nada nada nada.
Pensé en tocarme, pero a veces después me pinta el mal humor, así que me acosté a dormir como a las 03.00 hs, imposible, algo gotea hace semanas en el baño y no puedo arreglarlo a veces anda, a veces no, hasta que se rompa del todo y listo. Otra, todavía no me aclimaté y tengo frió-calor en el termostato biológico, así que cuando me tapo tengo calor, me destapo tengo frío, y sí obviamente eso me despierta.
Como cada mañana me despierto 10 o 15 minutos antes que suene el despertador, me contaron que no hay cosa más linda que ver la hora y poder seguir durmiendo, bueno yo veo la hora y como falta poco, me quedo despierto para no dormirme.
Arranco la mañana, ninguna camisa planchada, pantalones sucios, zapatillas peor, bue a disfrazarse de abogado, zapatos, pantalón de vestir, camisa, saco, me preparo, decido salir sin comer nada, total si vuelvo temprano desayuno después o sino como algo por ahí.
Bajo, voy repasando, tengo trámites de un amigo, foto para DNI, tengo que ir acá, allá, ajá, listita, agenda, celular, listo.
Frío che, menos mal que traje el saco, incómodo pero bueno, tenía la opción de viajar en el urbano, tomo el 2 cerca de casa y me deja justo, pero no, el tipo quería pasar por el café de “Las Delicias”, así que a caminar.
Camino unas cuadras, me encuentro con una ex jefa, mujer piemontesa de ahí para adelante ¿algo más particular que el carácter de mierda que porta su genética?
Me saludó, todavía yo iba con el pre encendido de la neurona.
Beso.
- Hola ¿cómo anda?
- ¿Hola Sebi, acá bien y vos? ¿Te enteraste que falleció mi madre?
- ¡Hui! Qué bueno....- sip le dije eso, no puedo ser tan boludo, vi su rostro transformándose en una especie de cadáver en descomposición, volví a hablar.
- Bueno, "que bueno" no, pero… ella estaba mal hace tiempo ¿no? venía sufriendo, digo.
- Ando haciendo las formalidades administrativas, viste como es esto – me cortó ahí no más.
- Si sí- le digo con ganas de hacer un pozo en medio de la vereda.
Hablamos dos o tres boludeces formales y nos despedimos por suerte. Seguí caminando.
En el café no encontré lo que buscaba, seguí por San Martín, la peatonal de Santa Fe es chica y es una arteria frecuente para quienes caminamos la calle todos los días, así que bueno me puse los auriculares, lentes de sol y derecho por un costado para no tener que detenerme.
Nos vimos justo con un amigo, paro a saludar.
- ¿Cómo andás?- me dice.
- La verdad para la mierda, pero para que te voy a contar o si querés te digo bien y listo.
Risas.
En eso cruza una amiga, me vino al pelo para seguir-.
- ¿Vas para allá?
- Si, vamos dale.
Hicimos dos cuadras, me contó que la semana entrante se va a trabajar a Buenos Aires para un Ministerio, la felicité me alegró mucho, hablamos un temita que ameritaba hablarse, nos paramos para cruzar.
- Che, ¿el Banco Santander?
- Hace dos cuadras donde nos encontramos.
- Uh me pasé, colgada.
- Si, si no me hables.
No despedimos, de nuevo lo mismo, anteojos y auriculares buscando radio.
Bueno los trámites que no eran para mi estaban todos, lo míos obviamente que no, claro cuando uno tiene días de esos buenos no se calienta, pero cuando venís en bajada es cómo que estás más susceptible.
Terminé todo, empecé a volver, lo llamé a Gustavo y me olvidé de traer lo único que tenía que traer, por suerte después pasaba él. Me fui a sacar la foto para el DNI porque en el mío no se leen los datos ya que se corrió la tinta y está ilegible, la verdad que cada vez que lo muestro para algún trámite me rompen las pelotas y me miran con cara de orto en los mejores casos, en otros directamente ni me lo aceptan.
Bueno, foto, me miro en un espejo me acomodo los pelos, uno dos tres, listo.
Me dan las fotos, lo único que me había acomodado del pelo era arriba y en frente atrás un nido de monos, el rostro el de siempre, pero bueno con el humor que tenía listo.
Registro civil, papeles por retirar, tenia media hora antes de despachar la encomienda con la documentación, pregunto por el trámite del DNI, golpeo, me dicen.
- tenés la foto te lo hago ya, es un minuto.
- Y bue... si es rápido.
Estaba un gordito ahi detrás mío, que entró despues que yo, no sé qué movimiento estúpido hice que terminé con un flaco que escribía todos los formularios a mano y tenía la paciencia de la araña, el gordo ese, se sentó con un tipo que estaba en la compu, tres teclazos, pase, paga, pinta los dedos y se va.
En ese mismo momento que el gordito cerraba la puerta al irse porque habia terminado, el flaco que me atendía recién me preguntaba.
- ¿Tu nombre es con o sin acento?
Tenía media hora antes de que salga el cole, por suerte la demora para gestionar mi DNI solo demoró 25 minutos, salí a las corridas.
Llego a la terminal, mientras iba escribí el sobre pero no tenia como pegarlo, pase por atención turística me prestaron tres plasticolas secas, sí, tres.
Fui a una boletería pegué el sobre, el micro cierra la puerta y le hago seña, se detiene. ¡Uf!
Me vine para casa, cuando me di cuenta estaba con el saco en la mano, todo transpirado y el cierre bajo, bueno, pasé por la panadería y la verdulería, llegué, todas la facturas y cuentas por pagar, creo que me llegó hasta una cuota de yudo del CeNARD de cuando tenía 8 años, bue… abrí el departamento, la luz cortada…me senté y empecé a reír.

2 comentarios:

Yararán dijo...

Me gusta lo de "nido de monos", se te habrá pegado, un abrazo y por suerte no todos los días son iguales!
Me alegra ver que se llena el blog, que se cuestionan cosas, que seguís escribiendo y que seguís siendo tan despistado con el cierre bajo. Yo le habría agregado algo sobre la torpeza y quedaría completo jaja.

Luciano dijo...

Con ese comentario sobre la pmuerte de la madre de tu ex-jefa, yo me hubiera quedado todo el día prendido a eso, es bueno ver que alguien no se ancla a esas cosas.
Y muy cierto lo de los piemonteses.