miércoles, 23 de marzo de 2011

Un pacto

Hace unos dias venia encontrando agua entre las hornallas de la cocina, hoy a la mañana me di cuenta que mi pava tiene un agujero, pero bueno todavía no es un orificio lo suficientemente grande así que me permite calentar el agua antes de vaciarse.
La jornada fué prácticamente en su totalidad lluviosa, por la mañana parecía más que agradable la opción, bajó la temperatura, daba para quedarse en la oficina, solamente que no tenía internet ni impresora, así que nada para hacer adentro.
La alternativa, (que por supuesto opté) era salir a recorrer los barrios, ya con un poco de humedad encima, pies mojados, viento y un dolor de espalda que viene de hace días, creo que desde el sábado y hoy ya es miércoles (up!).
El doctor me dió algún que otro coctel inyectable con medicamentos terminado en "dina" y en "rona" ( lo único que recuerdo de lo que me explicó este tipo experto en salud). El líquido viscoso que me introdujo en el brazo me recorrío todas las venas del cuerpo y cuando digo "todas" es en sentido literal porque me díó cosquilleo y ardor hasta en el culo, encima como si fuera poco sigo con pastillotas blancas para dolores; por supuesto nada de todo esto provocaron el menor alivio.
Me invadió la noche en víspera de feriado por el día de la memoria, nada para festejar, pero tampoco para olvidar, qué más que reflexionar y seguir.
Acá con tesina pendiente y una vaga idea lentamente latente en mi cabeza, idea más bien sostenida por un deseo de ir cerrándola, acorralado con los malditos plazos que los detesto y como si fuera poco un examen pendiente de inglés.
Paró de llover, al menos la música no me deja oír nada más allá de estas paredes.
Casi las 23.00 hs, ya me bañé y con agua fría porque el viento apaga el calefón. Suena un cidis con covers de los cuatro de Liverpool. Esperando que hierva el agua para cocinar unas pastas.
Acabo de hacer un pacto conmigo mismo, sin ningun tipo de escalas vamos mi cuerpito y yo derechito a la cama a mirar una peli, eso sí puse una claúsula que me permite pasar por la heladera y llevarme el chocolate que compré hoy a la tarde.