viernes, 7 de mayo de 2010

Ya curtido

El rocío se desprende de los juncos, la vegetación despide un aroma más intenso porque todavía está húmeda, el perro ladra marcando el lugar, un animal está ahí prendido de una pata a la trampa ubicada en el centro del nido armado por el cazador, quien con un golpe certero en la cabeza lo termina de matar después de que el salvaje haya tenido una noche de sufrimiento y agonía.
Con los pies en el barro hasta la rodilla, saca el cuchillo de la vaina que lleva en su cintura, lo empuña, se inclina tomando su pieza con la cabeza hacia abajo comenzando a cortar por las patas, ese fino filo resplandeciente que se hunde y traspasando el cuero se desliza, empieza por cada una de las extremidades traseras abriendo la nutria hasta el culo, en ese instante ese ejemplar ya muerto se mea encima. El tipo se apura para que el cuerpo aún caliente le permita despegar con más facilidad la piel, mete primero el pulgar quebrajado, lo corre de lado a lado de cada una de las patas entre el cuero y la carne que despide un vapor espeso, entonces guarda el instrumento, cierra el puño cubierto de venas que son como cables de electricidad, introduciendo con fuerza su mano en ese espacio entreabierto por delante hasta la panza y por detrás hasta la mitad del espinazo, se apura para que la sangre que derrama no se le seque en las manos permitiéndole así mayor destreza, da vuelta su presa y lo para sobre sus muslos ya sin fuerza, toma del cuero y como arremangamos una camisa hasta el antebrazo él va pelando su pieza por los costados, después de la misma manera que le sacamos el pullover a un niño jala hacia arriba toda la vestidura de ese cuerpo indefenso cuidando no ensuciar el pelo, sigue jalando hasta que lo único con piel es la cabeza, el cuero queda entero como una saca dada vuelta resguardando ese preciado pelaje del lado de adentro y la piel cruda con hilos rojos hacia afuera. Con el cuero de un lado y el cuerpo del otro aún prendido en su parte final, vuelve a buscar el cuchillo de su cintura, es que no quiere terminar de desprenderse, entonces se permite finalizar su faena cortando en la base de las orejas, de los ojos y por último del hocico. Sacude el cuero desprendido.
El perro está ahí al lado temblando completamente mojado pero excitado por continuar con la cacería, después de terminar el amo agarra la trampa para llevarla a otro nido en un lugar que ya tiene pensado. Busca agua clara para ensuciarla con los restos de sangre que quedó entre sus dedos y enjuagar el cuchillo.
Los cuervos y caranchos vuelan planeando en forma de círculo a gran altura, habiendo visto el cadáver están a la espera de que el tipo abandone el lugar.
Tengo las imágenes como si fueran en tiempo presente, aunque yo era un niño, no me voy a olvidar nunca de esa primera vez, me conmovió hasta que los ojos se me inundaron, tuve que disimularlo.
Veo a ese tipo ya curtido, trabajando en silencio, es que debía hacer su rutina todas las mañanas de frío en épocas que las nutrias tienen mejor pelo, canjeaba tanto sacrificio por poco a cambio y con eso que le daban compraba algo tan simple e importante como su subsistencia.
Aún siendo niño ya me cuestionaba algunas cosas.
Cuando hace frío como hoy me vienen algunos recuerdos como esos de la infancia, camino en la ciudad por el boulevard Pellegrini, es una noche serena y ya tiene su lugar la madrugada, vuelvo a casa con mi abrigo cerrado hasta el cuello y las manos en los bolsillos. Voy a cruzar la calle, un sedan cuatro puertas importado se detiene en el semáforo pisando la senda peatonal, lo observo, retrocede, un elegante señor lo conduce, al lado lo acompaña una señora envuelta en su tapado de piel.

3 comentarios:

Yararán dijo...

Muy bueno, te recomendaría algunas cosas como por ej "no me voy a olvidar nunca de esa primera vez" ese nunca más me parece que es muy trillado y algunas otras cosas. En fin, el relato está muy bueno.
Y de eso se trata, recordar escribir, recortar, volver y seguir, como en la escritura.
Un saludo grande

untipoexpertoencosas dijo...

gracias (nuevamente) por el comentario y bienvenida la critica fundada.
Mis saludos.

Yararán dijo...

De nada y gracias por los textos, es bueno saber que sigas escribiendo y que la gente pueda ver el otro costado de las cosas :)
Saludos