sábado, 22 de mayo de 2010

La pequeña pregunta

Estaban en la parada de colectivos, horas pasado el medio día, hacía frío y para más había viento.
¿Qué es la Justicia?- preguntó la nena.
Me quedé pensando, es que en realidad la inquietud de la personita me llamó la atención, ella no se detuvo, continuaba devorándose el alfajor blanco, escondida entre su abrigo, algunos rulos en los costados y con la cabeza cubierta por un colorido gorro de lana que para nada combinaba con su uniforme de colegio caté.
El planteo logró resurgir y sacar a flote algo que había mandado allá bien al fondo, donde guardo algunas cosas, ideas, conceptos, cuando me canso de pensarlas las mando a ese lugar de mi memoria que tiene un cartelito donde dice “depósito de archivo”, sin embargo escucharlo de la niña volvió a poner el tema sobre el tapete.
¿Cómo explicárselo? ¿Sirven los años de estudio, la facultad, la lectura, la edad, un diccionario? nada de eso me había aclarado ese concepto.
Entonces me conecté por un momento con mi cabeza, repasé las carpetas, busqué el archivo que dice “Justicia”, lo abrí:
- No exceder las normas sociales, las buenas costumbres ni el orden público.
- Razón y equidad.
- Dar a cada uno lo que le pertenece
Pensaba… ¿No es algo tan simple como para que tenga una respuesta tan compleja para una niña?
Y si le decís algo que no la conforme seguramente vendrán otras preguntas, cómo explicarle que por ejemplo esta sociedad no es justa, que lo tribunales no imparten justicia, que el estado no alcanza, que frente a una injusticia no se puede hacer justicia, que hay cosas que no se compensan, que de hecho compensar no es hacer justicia, que hay cuestiones que no tienen razón de ser y son injustas siempre. Que tal vez la justicia en sí es solo un ideal, que en realidad no existe, pero que a su vez la injusticia sí y que se hace notar a cada momento.
Explicárselo diciéndole, mirá: "La justicia es una señora de blanco con los ojos vendados una espada y una balanza", naaa, se puede llegar a reír mucho esa nena.
Hace mucho frió.
Habían transcurrido unos minutos, me retiré un poco y me senté en el piso justo en la entrada de un vivero, busqué del morral un lápiz y una hoja para anotar algunas cosas.
La niña esperaba que le contesten mientras luchaba con el último bocado que se le pegaba en las encías y en el paladar. En una mano tenía el envoltorio y en la otra tomaba del brazo de quien aparentaba ser su madre que no le contestó nada, esta mujer detuvo un taxi, se subieron y partieron.
Me quedé sentado ahí por un rato más, pude ver que sobre el boulevard en el borde de un cantero había dos niñas haciendo sus deberes para la escuela como cualquiera de nosotros sentados en la habitación o en el living de una casa, ellas estaban ahí en la calle, mientras la madre pedía unas monedas entre los autos que se detenían en el semáforo.
Ahí entendí el cuestionamiento de la pequeña persona, el por qué de su pregunta, lamento que la madre no haya podido darle una respuesta en ese momento, en ese lugar, ante esa circunstancia.
Por: Florencio Rustulleda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

otro texto muy tierno y van...
un abrazo.

sin releer dijo...

Creo que pasa con todos los conceptos abstractos y que engañosamente se presentan como absolutos...

¿Qué es justicia? ¿la libertad? ¿La verdad? ¿La realidad? En definitiva, son términos dialécticos, que se definen según quién los define.

por ej. Justicia: ¿darle a cada uno lo que le pertenece? ¿y qué le pretenece a cada uno? y así.

Tengo un hermano 10 años menor y cuando era chiquito siempre recurría a mí a preguntarme esas cosas... Creo que lo más "justo" en esos casos, es empezar cualquier explicación diciendo "Hay gente que piensa distinto, pero para mí es..."

Saludos!